Contaminación del
agua en El Salvador
El cuido del medio ambiente, de los recursos naturales y de
todo lo que eso engloba, es responsabilidad de todos los salvadoreños, aunque
en la actualidad todavía no se haya creado conciencia del grave impacto que
estamos ocasionando con cada acción que ejecutamos.
La contaminación del agua en nuestro país ha avanzado a
pasos agigantados si tomamos en cuenta que hace más de 30 años ya se podían ver
los efectos del mal uso del recurso. Por esos años, los estudios arrojaron la
necesidad de crear políticas encaminadas al cuido del recurso hibrido, sin
embargo en pleno 2015, nos podemos dar cuenta que nunca se creó un plan que
verdaderamente hiciera conciencia en la población. Contrariamente el sector construcción
fue creciendo y, a falta de una ley de ordenamiento territorial, se empezaron a
construir complejos habitacionales en zonas verdes con lo que se destruyeron importantes
bosques, los cuales son los pulmones de la Tierra.
Al destruir los bosques, se elimina un proceso natural del
agua y los suelos se vuelven infértiles, si tomamos en cuenta que mientras la población
crece, la necesidad del vital líquido se hace más grande.
El agua es un derecho fundamental que se encuentra ligado al
derecho primario a la vida y a la salud registrado en la Constitución de la
República, pero desgraciadamente existen grandes proporciones de la población salvadoreña
que no tienen acceso al vital líquido en condiciones de consumo, lo que implica
que grandes sectores de la población están consumiendo agua que desfavorece su
salud y les quita la vida.
Según un informe de calidad de agua presentado por el
Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN), en el año 2011 solo
el 2% de los ríos salvadoreños tiene agua apta para el consumo humano. Entre
los afluentes más contaminados con heces fecales está el río Lempa, cuyo caudal recorre
360 kilómetros del país, entonces debemos preguntarnos si estamos haciendo bien
las cosas.
Esta cifra es alarmante, pero más alarmante es aún, saber
que la lucha no ha sido fructífera. De los 360 ríos existentes en el país desde
1970, varios desaparecieron o están a punto de secarse.
La lluvia que se infiltra en los suelos con cada vez menos
calidad, se encuentra interrumpido por la contaminación y que ha obligado a
drenar cada vez más hacia los ríos y lagos, provocando así graves inundaciones,
aluviones, derrumbe de puentes, inundaciones en las ciudades debido al colapso
de las alcantarillas. Todo esto lógicamente causa problemas económicos, destrucción,
hambre y muerte en los lugares de alta vulnerabilidad en el país.
El agua es un líquido vital para todos pero poco o nada
hemos hecho para frenar su contaminación. Los desechos sólidos, los químicos,
las heces fecales, desperdicios de las fábricas son solo algunos de los
contaminantes que ya poseen nuestras aguas, y aunque se interpongan
legislaciones que obligan a las empresas a tratar sus aguas antes de vestirlas
a los ríos, todavía falta mucho por hacer.
Si no avanzamos en el tratamiento de agua residuales, vamos
a tener cada vez más problemas de salud ambiental, más problemas de
disponibilidad de agua, por lo tanto, se deben implementar medidas que puedan ayudar
a descontaminar ríos. Algunas medidas
inmediatas podrían ser plantar árboles a las orillas de los lagos y ríos; que
las industrias tengan un uso adecuado de los desechos de sus productos; no
lanzar basura a los ríos; no malgastar el agua; reducir el uso de pesticidas y fertilizantes,
en las zonas urbanas y rurales; el manejo de los residuos; conservación de
humedales naturales; reducción de la deforestación.
0 comentarios:
Publicar un comentario