En El Salvador, país en el que habito, se vive desde muchos años atrás una autentica cacería humana en la que las pandillas son las culpables de la muerte de miles de salvadoreños cada año y digo miles porque en el 2014, año que recién finalizó, se contabilizaron más de 3000 muertos, víctimas de la violencia.
En este pequeño país día a día es normal oír que hubo una masacre o que encontraron un cuerpo entre bolsas negras, o que alguien desapareció sin dejar rastro alguno.
Recientemente sentí indignación al leer un artículo periodístico en un reconocido e-paper, en donde se recopilan opiniones de varios personajes de la política salvadoreña. En dicho artículo estos individuos piden a la población que ante la ola delincuencial, no tomen la justicia en sus manos; a mi me pareció convincente la petición aunque cuando veo el sufrimiento de los salvadoreños, dudo que estén pensando en el bienestar de la población; tomando en cuenta que ellos tienen vehículos, casas seguras con vigilancia e incluso viven en residenciales donde el delincuente no penetra fácilmente.
Entonces para ellos es fácil pedir que no se tome la justicia por cuenta propia, y en una situación como la que vive mi país, será más pronto que tarde para que la gente que sufre en carne propia la inseguridad, desarrolle un método de autodefensa.
Sólo la guerra civil que vivió El Salvador en la década de los 80's arrojó tanta muerte sobre el pueblo, algo que ya se podría catalogar como epidemia aunque los estudiosos digan lo que digan,
al salir de la casa solo Dios sabe si volveremos; la sombra de la muerte acecha las calles de mi país.
Mientras ellos viven seguros, pagan seguridad privada, mandan a sus hijos escoltados hasta la escuela, la gran mayoría sale de sus casas con el temor de ser asaltados, golpeados y en el peor de los casos, asesinados.
Cierro este artículo preguntando ¿Es justo que se le pida al salvadoreño común no responder violencia con mas violencia?
En este pequeño país día a día es normal oír que hubo una masacre o que encontraron un cuerpo entre bolsas negras, o que alguien desapareció sin dejar rastro alguno.
Recientemente sentí indignación al leer un artículo periodístico en un reconocido e-paper, en donde se recopilan opiniones de varios personajes de la política salvadoreña. En dicho artículo estos individuos piden a la población que ante la ola delincuencial, no tomen la justicia en sus manos; a mi me pareció convincente la petición aunque cuando veo el sufrimiento de los salvadoreños, dudo que estén pensando en el bienestar de la población; tomando en cuenta que ellos tienen vehículos, casas seguras con vigilancia e incluso viven en residenciales donde el delincuente no penetra fácilmente.
Entonces para ellos es fácil pedir que no se tome la justicia por cuenta propia, y en una situación como la que vive mi país, será más pronto que tarde para que la gente que sufre en carne propia la inseguridad, desarrolle un método de autodefensa.
Sólo la guerra civil que vivió El Salvador en la década de los 80's arrojó tanta muerte sobre el pueblo, algo que ya se podría catalogar como epidemia aunque los estudiosos digan lo que digan,
al salir de la casa solo Dios sabe si volveremos; la sombra de la muerte acecha las calles de mi país.
Mientras ellos viven seguros, pagan seguridad privada, mandan a sus hijos escoltados hasta la escuela, la gran mayoría sale de sus casas con el temor de ser asaltados, golpeados y en el peor de los casos, asesinados.
Cierro este artículo preguntando ¿Es justo que se le pida al salvadoreño común no responder violencia con mas violencia?
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